martes, 5 de noviembre de 2013

Kazal tiene dos historias muy lindas...


Muchos conocen a García Márquez, el escritor, pues en una de sus grandes historias me inspiro para contarles un poquito de mi propia historia, García Márquez relata con prodigiosa pluma la vida en un pueblito llamado Macondo en cien años de soledad, yo vivo en un “Macondo” muy particular,  es mi lugarcito en el mundo, y aunque mi ombligo no esta enterrado aquí , mi corazón se ha enamorado de esta tierra y de su gente, es un espacio compartido con otros misioneros religiosos claretianos pero mas compartido aún con mi compañero laico : el Seba, un argentino bien particular de mi misma edad y con algunas otras cosas en común como el gusto por el vino y la buena mesa aunque a estas alturas ya comemos sin regodearnos, pero si aparece un buen chorizo no dejamos de sentir el placer de disfrutarlo amenizado con alguna conversa sobre la vida.

Ambos hemos ido andando ya dos años luego de conocernos el 1 de septiembre del 2011 en el aeropuerto de  Panamá, mientras el dormía en las bancas del anden 21 donde embarcaríamos juntos hasta Republica Dominicana para trabajar con otros laicos por un año, en una frontera olvidada al sur de la isla, una frontera que abrió horizontes y que el 14 de octubre del 2012 nos hizo descubrir todo otro mundo en AYITI (Haití), el primer día lo pasamos en Puerto Príncipe y solo hasta el día 15 de octubre de ese año nos plantamos en kazal (macondo), curiosamente es el día de Santa Teresa de Ávila a quien personalmente le encomiendo nuestros pasos y su intersección, un mes especial porque es el mes de las misiones y pues “macondo” nos recibía…., 

aquí todo se sabe, aquí todos se conocen y la mayoría es familia por alguna rama de parentesco, es un pueblo pequeño con algunas escuelas, incluyendo una del estado , un liceo, una posta medica, y otra llamada buen samaritano que es de unos gringos muy serviciales que han decidido vivir aquí , incluso ya algunas de las mujeres norteamericanas se han casado con haitianos de la comunidad, tiene tres cementerios mas algunas tumbas personales en los patios de las casas como era visto en el siglo pasado en otros lugares , una parroquia llamada San Miguel Arcángel donde cada domingo se aglomera la gente para lucir sus vestimentas planchadas a la antigua con aparatos a carbón porque aquí no hay electricidad, Kazal esta dividido por un río de aguas claras llamado Tósél.

“…macondo era entonces una aldea de veinte casas de barro y cañabrava construidas a la orilla de un río de aguas diáfanas que se precipitaban por un lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos…”

Y pues mi pueblo tiene dos historias muy lindas, dignas de ser compartidas, una la del origen de su población, que es una historia de solidaridad; y la otra la de las víctimas de la represión de los Tonton Makoute, que es una historia de resistencia popular:

Cuando Napoleón Bonaparte mandó las tropas a combatir contra los esclavos negros que se habían rebelado en Haití, formó batallones con soldados franceses y de otros lugares de Europa, entre ellos soldados de Polonia. Al llegar aquí, los polacos se dieron cuenta de que la causa de los negros era la verdadera y que era tan cruel e injusta la esclavitud que sufrían, que la rebelión era absolutamente justificada. Se pasaron de bando y combatieron del lado de los negros.
Al terminar la guerra, con el triunfo del pueblo negro, (1 de enero de 1804), Dessalines, (que es como el San Martín para Argentina u O’higgins para Chile), les dio tierras a los polacos que querían quedarse aquí. Una de esas tierras fue KAZAL. Los polacos formaron sus nuevas familias con las mujeres haitianas y la mezcla de razas ha dado como resultado unos negros de ojos verdes; unas chicas de tez clara y ojos azules; otros de cabello rubio y ojos oscuros que llaman la atención porque el pueblo haitiano es de raza negra y uno no espera encontrar esta mezcla, en general en el pueblo encuentras gente humilde,  pobre y muy buena. 

Nos han recibido con mucha amabilidad. De esa historia con Polonia no solo queda los rasgos físicos sino también la imagen de la virgen de negra de Polonia, o virgen de Czestochowa (Notre Dame de Jasna Góra) que esta en una Hermita a las afueras de la parroquia, una imagen que sigue atrayendo a polacos que visitan la zona o que vienen para trabajar en la minusta (cascos azules)o en alguna ONG europea.

 La otra parte de la historia de Kazal habla de su resistencia, porque en tiempos de Duvalier (dictador cruel y asesino), los campesinos y campesinas se rebelaron contra el  cobro de impuestos y los malos tratos de que eran objeto por parte de los Tonton Makoutes (la policía de Duvalier). El 27 de marzo de 1969 hubo una masacre de 23 campesinos y campesinas: unos fueron decapitados, otros fusilados y otros enterrados VIVOS, en presencia de sus hijos, familiares y vecinos.


La gente ha hecho una pequeña plazoleta llamada "Plaza de la resistencia", en el lugar donde fue la masacre. KAZALE es desde entonces, para todo el país, como un símbolo de la resistencia popular de Haití, hay una pequeña inscripción que es una expresión que dice “bay kou bliye, pote mak sonje” (el que golpea olvida y el que lleva la marca o la cicatriz recuerda), que refleja claramente como el pueblo lleva esa marca de resistencia y lucha.



Aquí vivimos desde hace una año, sin saber a ciencia cierta cuanto tiempo Dios nos tendrá aquí, pues su invitación llego de la mano de los claretianos, pero se sostiene por el cariño , los lazos y la alegría de haber empezado a  conocer otro mundo , otra cultura, otro pueblo , otra forma de vida, Kazal ciertamente no es todo Haití pero es sin lugar a dudas mi “macondo”, un lugar que encierra amor, alegría, risas, pero también llantos, dolores, crudeza, lucha y algarabía , como la vida misma que se construye “tipa tipa” paso a paso.


Yoselín Cárcamo
Misionera Claretiana Laica
Comunidad Kazal, Haití

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