lunes, 31 de octubre de 2011

31 de octubre de 2011

A punto de cumplir los dos meses de encontrarnos en estas tierras les hago llegar algunas noticias de esta vivencia que estamos llevando adelante.
El día 24 de octubre se concretó un nuevo aniversario de la Pascua de nuestro Fundador Antonio María Claret.  Ese día, los  Voluntarios (el equipo de laicos claretianos) compartimos junto a la Comunidad de Religiosos, Hijos del Inmaculado Corazón de María (Misioneros Claretianos) de Jimaní y las Hermanas Salesianas (que colaboran en la Parroquia de La Descubierta), un almuerzo comunitario para conmemorar esta fecha tan importante para nuestra Familia Claretiana.
El menú fue conejo (frito y guisado) o pollo (frito o guisado) junto a ensalada de papa, arroz y habichuelas. Fue un muy lindo momento donde nos dimos un tiempo en medio de las tareas para dedicarle al compartir comunitario. Nos presentamos entre nosotros, intentando conocernos un poco más con las hermanas religiosas; nos tomamos algunas fotos y hasta un postre (turrón) compartimos luego del almuerzo.
Luego de comunicarnos con nuestras familias, ya por la tarde tuvimos una celebración eucarística íntima, presidida por el Padre Jancius, que fue realmente muy hermosa. En la intimidad del sagrario, éramos poquitos, por lo que vivimos una eucaristía bien familiar. Creo que estos momentos son muy importantes ya que cada uno de nosotros va ahondando en una experiencia comunitaria que, si bien tiene unas raíces profundas en la gran iglesia de Jesús, posee además el cariz propio de “lo claretiano”.
Se me viene a la mente lo que compartíamos unos días antes de dicha celebración, mientras intentábamos darle forma y contenido al anuncio del Kerigma en las comunidades de montaña y sobre todo cuando nos tocó abordar el tema de la espiritualidad claretiana en el grupo de jóvenes.
Cito a continuación un extracto que a mi entender refleja con meridiana claridad lo que la Congregación de Misioneros Claretianos (con quienes trabajamos los  Laicos Voluntarios Claretianos y en misión compartida), intenta vivir: “Nos sentimos impulsados a anunciar el Evangelio allí­ donde Jesucristo es todaví­a un desconocido, pero no para dominar, o para conquistar parcelas para la Iglesia, sino para que Dios Padre sea conocido, amado y servido. Queremos ir - como nos recordaba nuestro General en su circular "Hacia un renovado compromiso misionero" - para entrar en diálogo de vida con nuevos hermanos y hermanas; para realizar nuestra vocación de oyentes y servidores de la Palabra; para descubrir la presencia del Espí­ritu de Jesús y ser, al mismo tiempo, humildes y generosos signos de los gestos y palabras del Señor. Queremos ir a esos paí­ses porque en ellos están las grandes masas empobrecidas. No nos creemos como cristianos con el monopolio de la misión que viene de Dios. Sabemos que participamos, desde nuestro peculiar carisma, en la misión que consiste en el movimiento de los pueblos hacia el Reino [142]”.
Además quiero contarles que el 27 de Octubre fue el cumpleaños de Jhonny, nuestro hermano oriundo de Bolivia. Fue el primer cumpleaños de un integrante de esta comunidad que festejamos entre nosotros y para la ocasión cocinamos un almuerzo que compartimos junto a las personas que nos ayudan con los quehaceres cotidianos de nuestra casa: Dania, quien es nuestra hermana cocinera, que hace un gran esfuerzo intentando contemplar nuestras diferentes y variadas costumbres culinarias y que además se hace un tiempo para ayudarnos a lavar nuestra ropa cuando bajamos de la montaña sobre todo; Nené: quien se encarga de la granja que tenemos acá, con gallinas, conejos, pavos, patos y algunas plantitas pero no muchas porque a pesar de su esfuerzo y dedicación, lo que dificulta mucho el trabajo es que no tenemos acceso al agua necesario para mantener una granja; Daihan; el joven que se encarga de la casa cuando nosotros subimos a la montaña y en cierta forma se encuentra atento a cualquier otra necesidad que surja por ejemplo algún desperfecto técnico en las instalaciones para darle aviso a Zukito, que es técnico en todo, es quien nos arregla el agua, la luz y cualquier otro desperfecto o percance en nuestro hogar. Ese día comimos cerdo, con arroz y ensalada, pasamos un momento hermoso, escuchando algo de la música de Bolivia, comimos torta y cantamos el cumpleaños feliz. La noche anterior ya le habíamos cantado a nuestro hermano Jhonny una serenata después de las doce de la noche que estuvo muy linda. Por la tarde continuó el festejo, con algo de baile hasta las 7:00 que comenzó la misa donde participamos para agradecer especialmente la posibilidad de compartir y tener entre nosotros la vida de Jhonny.
Por último les comparto que el 29 y 30 de Octubre partimos rumbo a Santo Domingo, capital de República Dominicana, donde se realizó el Encuentro Nacional de Jóvenes Claretianos, un espacio que convoca a todos los grupos juveniles de las parroquias de todo el país. Se congregaron alrededor de 300 jóvenes según algunas estimaciones, que entre diversas actividades, momentos de oración y juegos se mantuvieron en vigilia desde las 7:00 de la noche del sábado 29 hasta las 6:00 a.m. del domingo 30. Fue una jornada maravillosa, muy intensa en actividades: una hora santa; un momento de lectura orante; una peregrinación por la ciudad en medio de la noche, con velas y en medio de un aguacero;  baile, canto y mucha alegría. Luego de descansar un poco emprendimos el regreso y llegamos al Limón de Jimaní como a las 6:30 de la tarde del domingo 30, luego de un viaje de aproximadamente 4 horas en la camioneta.
Esto es todo por ahora y para despedirme les regalo la frase que conformó el lema del encuentro: “Lámpara es tu palabra para mis pasos, luz en mis senderos” Salmo 119-105.

Sebastián Vergara
Comunidad de Laicos Voluntarios Claretianos 2011-2012

lunes, 24 de octubre de 2011

24 de octubre de 2011

Querida Familia y Amigos:
Antes que nada quiero agradecerles una vez más por tomarse el tiempo de leer estas palabras. Les cuento que ayer regresamos de la montaña. Subimos creo que el 13 de Octubre a El Pinito en donde trabajo con Myrna. Allí estuvimos hasta el lunes 17 que regresamos acá a El Limón de Jimaní. Luego el 20 creo que subimos a la otra montaña donde trabajo junto a Jhonny en Angel Feliz. Pasamos unos días increíbles. No deja de sorprenderme como en estas comunidades perviven valores como la solidaridad, la generosidad, la entrega desinteresada.
En El Pinito viven principalmente campesinos que tienen sus conucos (parcelas) pero que además poseen una casa en el pueblo, por lo que allí la gente posee poco arraigo y es un poco más complicado trabajar cuestiones como la organización comunitaria, liderazgo, empoderamiento, etc. Es una comunidad un tanto disgregada y como que cada cual se ocupa de lo suyo por lo que en cuestiones que afectan a toda la comunidad, por ejemplo, agua potable, luz, letrinas, educación, vías de acceso, etc. existe una seria deficiencia.
En Ángel Feliz la comunidad se encuentra un poco mas organizada y se nota el trabajo que viene haciendo Floresta, una organización de base cristiana (Iglesia evangélica) que procura fortalecer y acompañar los procesos de las comunidades campesinas. Están realizando un trabajo excelente en base a pequeños grupos de ahorro y préstamo.
En la primer montaña vivimos en una casa que nos prestan unas monjitas en Los Bolos. Llegamos allí y luego de comer algo salimos a visitar nuestras comunidades. Yo voy manejando la camioneta y fuimos dejando a nuestras compañeras en cada comunidad hasta llegar a El Pinito. Allí la estacionamos y nos enteramos que el maestro no iba a dar clases ni el jueves ni el viernes. Aún no lo pudimos conocer y nos desilusionamos cada vez más de la escasa importancia que se le da a la educación. Nos propusimos visitar a las familias que no habíamos visto por lo que comenzamos nuestro recorrido y nos encontramos con Carmelita, en medio de la montaña y como 8 hijas. Una vez más reconocemos el analfabetismo y el deseo de aprender. Soñamos con concretar algo al respecto. Su casa es hermosa, un ranchito en el medio de un valle que cuando llueve mucho se forma una laguna. Seguimos de camino por un sembrado de guineo (plátanos) hasta llegar nuevamente a la casa de Adolfito, donde almorzamos guineo sancochao (plátano hervido) con huevo frito y un pedacito de pollo frito. Luego de ello creo que ya emprendimos el regreso. Otro día estuvimos con José y su esposa María. Allí José me llevó a ver una riña de gallos, cosa que acá es muy común, es casi la única diversión que posee la gente aparte de las celebraciones religiosas (principalmente del culto evangélico).
Al otro día nos fuimos para un paraje cercano al Pinito llamado Barrera y fue el día que más caminamos. Allí nos encontramos con Josué un joven norteamericano que pertenece al Cuerpo de Paz, que por lo que entendí, es una organización estatal del gobierno de Estados Unidos que fomenta actividades solidarias. Josué es ingeniero civil y se encuentra coordinando un proyecto de acueducto en esa zona junto a Jeremías otro joven estadounidense. La gente acá a cualquier extranjero, no importa de qué país sea les llaman ”los americanos”. Allí estuvimos interiorizándonos un poco de su trabajo. Es interesante porque están viviendo junto a la gente, por dos años aproximadamente, lo único no tan bueno es que están solos. Josué en Barrera y Jeremías en El Cercado, otro paraje colindante pero lejano, en la misma zona. El proyecto de Josué beneficiará solo a Barrera, no obstante la comunidad de El Pinito donde nosotros trabajamos, ya lo reconoce ya que circula frecuentemente por la zona, por lo que nos parecía importante conocernos un poco más ya que aún cuando estemos en comunidades diferentes, nos encontraremos varias veces en el caminar por estas tierras.
Respecto de la segunda Montaña diremos que el viaje se nos retrasó un poco ya que cuando bajamos de El Pinito nos dimos cuenta que algo fallaba en la camioneta por lo que luego al corroborar que necesitaba reparación nos quedamos un día más acá en El Limón y al otro día subimos, creo que llegamos el jueves 20 a Ángel Feliz (y el resto de mis compañeritas a Sabana Real y pinos del Edén). Al llegar con Jhonny comenzamos a bajar los colchones, el agua y algunas provisiones que llevábamos ya que nos quedamos en la escuela, en una sala que el profesor no cedió para que sea nuestro hogar por esos tres o cuatros días que nos quedamos.
Al llegar lo primero que nos informan es que Juana, la líder comunitaria y amiga nuestra, no se encontraba ya que había fallecido un familiar suyo y había bajado hasta cerca de la capital. Al principio eso nos preocupó un poco porque ella es quien nos acoge como una madre cuando llegamos allí, nos cocina y nos acompaña en nuestro visiteo por el lugar. Pero luego pensamos que era una buena oportunidad para conocer más directamente a esa gente y animarnos a meternos de lleno en nuestro trabajo sin mediaciones. Esos días dormimos en la escuela junto a Jhonny y fue Alba quien nos hizo de madre esos días. En su casa desayunamos junto a sus dos hijas Yesica y Chata de 7 y 4 anios respectivamente, dos nenas que ella cría para no sentirse tan sola. Luego llega Angela una nena haitiana que durante todo el día se queda con ella mientras su mamá recoge café desde las 08 hasta las 18 hs aproximadamente. Angela posee todos los rasgos de una nena malnutrida en sus primeros años de vida. Es tan dolorosa esa realidad porque uno ve muchas cosas pero eso aparece como irrevertible y duele mucho.
Además a medida que avanza la mañana comienzan a llegar mas vecinos que al pasar por allí se sientan a desayunar ya que nunca falta un poco de café o algunos víveres como ellos le llaman al guineo (plátano) hervido con hauacate (palpa) y algún huevo frito o ullama (zapallo). Llovió todas las tardes que estuvimos allí. Un día tuve que ir a buscar agua y los chicos al ver que se me complicaba la cosa me acompañaron y me ayudaron a cargar el balde con agua en medio del barro y la lluvia. Luego al ver que al tocarla me pareció que estaba el agua fría, se dieron cuenta y sin que yo dijera nada me ofrecieron calentar el agua en el fuego de una vecina. Fue una hermosa oportunidad para intercambiar unas palabras con Betiana (no estoy seguro si este era su nombre) una mujer haitiana que vive hace 7 años en Republica Dominicana. Ella me hablo de su hija que hoy tiene 11 años y que vive en Haití. Ella me dijo: “Sé que mi hija esta pasando trabajo, por eso si vine alguna americana yo le voy a pedir que se la lleve”. Al preguntarle yo porqué la había dejado en Haití ella me respondió: “yo necesitaba venirme para poder vivir pero no la quise traer porque los dominicanos la echan a perder a las niñas haitianas”. Sin palabras.
Como llovió tantísimo la camioneta pudo llegar pero luego no pudo bajar porque el camino se tapó por los derrumbes. Por ello se retrasó nuestro regreso hasta que la misma gente de la comunidad con pico y pala destapó el camino. En esos días realizamos algunos juegos con los niños pero principalmente nos dedicamos a la visitas a las casas de familia. Yo sentí realmente que en esas visitas ya se daba un encuentro tan lleno de vida y esperanza que me sentí muy satisfecho a pesar que aún no hemos empezado a trabajar de lleno con nuestros proyectos que venismo elaborando.
Hoy nos encontramos festejando el aniversario de Claret, fundador de nuestra Congregación, quien falleció un 24 de Octubre del año 1870. Estamos felices, procurando ser fieles a sus palabras: arder en caridad.

martes, 18 de octubre de 2011

A los 18 días del mes de Octubre de 2011

A la gente de mi tierra:
Espero que el Dios de la vida esté con uds. Que alegría poder acercarme a uds. después de tanto tiempo. Hay muchas cosas para contar espero poder recodar la mayoría. Antes quiero decirles que me gustaría me dejen algún comentario o alguna pregunta acerca de lo que escribo ya que eso me ayudaría a saber si me voy dando a entender, si voy siendo claro en lo que digo y si me faltan cosas que contarles para que me entiendan un poco más. Son muchas cosas nuevas y a veces me pierdo y no sé qué cosas ya conté y cuales todavía no.
 Empiezo por lo último. Ayer llegamos de la montaña. Pasamos cuatro días allá en la zona de Los Bolos, una zona campesina de montaña en donde nos repartimos en tres comunidades diferentes con quienes compartimos todo el día para luego por la tarde- noche regresar a una casa común en la cual descansamos por las noches durante los cuatro días. Es una casa de unas monjitas que nos la prestaron, es una casa hermosa que está a nuestra disposición durante el tiempo en que nos encontremos allí misionando.
Fue muy bueno poder seguir visitando a la gente en su casa. Como fuimos con más tiempo pudimos hablar con ellos más tranquilos, con más detenimiento para poder palpar más de cerca el sentir de ese pueblo, cuáles son sus preocupaciones, alegrías, dolores y sueños. Aparte de las actividades de evangelización, ya soñamos con un plan de alfabetización de adultos, apoyo escolar en los niños, y actividades y charlas para fomentar y reforzar la organización de la comunidad.
Hace mucho que no tenemos clases de Creol y no aprendimos lo suficiente, por ende nos costó comunicarnos con los haitianos que nos hemos encontrado estos días y eso es desesperante. Pero por otro lado es increíble que a pesar de esa distancia de la lengua, nos reciben desde su humildad y nos acogen, nos invitan lo que tengan, aunque más no sea una silla viejita y rota para sentarnos. Y estamos ahí un rato con ellos, intentando comunicarnos con el diccionario en la mano y no mucho más que eso: estar. Hacernos presente allí a donde nadie va, a donde nadie llega, ni se acerca, adonde no llega la luz, ni el gas, ni el agua, ni las cloacas, nada ni nadie, salvo la miseria y las enfermedades.
Aunque sea solo eso, el habernos dado un tiempo para estar con ellos, es una gran alegría que se siente, se percibe y se comparte; se contagia, es increíble. Los niños no dejan de seguirnos y regalándonos sonrisas nos dan fuerzas para seguir caminando un poquito más.
Mañana miércoles partimos para la otra montaña donde también nos quedaremos durante cuatro días. A Jhonny  y a mí nos toca dormir en la escuela de Ángel Feliz. Debemos llevar colchones, agua y cloro (lavandina), además de la comida y enseres personales. Confiamos en que también será una experiencia hermosa, útil sobre todo para analizar y considerar cuán reales son nuestros planes y proyectos.
Los invito a que vean las fotos y allí pregunten lo que deseen yo intentaré referenciarlas a las que pueda así uds. van ubicando algunos lugares y personas.
Hoy hace mucho calor acá en El Limón, estamos de día de descanso, me acosté un poco tarde anoche, me quedé charlando acerca de la experiencia que vamos viviendo, intentando ahondar en ella. Hoy me levanté como a las 08:00 hs. desayuné un jugo y mate (todavía me queda yerba!) con pan y queso. Limpie un poco, lave algo de ropa intentando dejar todo listo para mañana salir temprano hacia la montaña. Como yo no tengo carnet de conducir no puedo manejar por la ruta pero una vez que llegamos a la montaña ahí si me toca manejar. Solo somos dos los que sabemos manejar aunque fue la primera vez para mí en manejar una camioneta 4x4 y hasta ahora salió todo bien. Son las 13:18 hs y como a las 14:00 hs nos vamos para Jimaní, a unos 13 Km de acá en donde se encuentra la casa curial donde hay internet.
Acá en el Limón nosotros estamos viviendo en el terreno de la Iglesia, en unos salones comunitarios que había al lado de la iglesia que se acondicionaron para que vivamos nosotros. Cada uno/a tiene su habitación individual con baño y una cocina y un salón común donde nos reunimos y tenemos un televisor y donde colgamos las banderas de nuestros países.
Como para que tengan una idea general, más o menos el mes lo organizamos de la siguiente forma: Tenemos reunión de comunidad cada martes por la mañana cuando estamos en la casa del limón y ahí tratamos de todo, desde la evaluación de las actividades hasta la agenda  mensual. Además una vez al mes nombramos algunos cargos que van rotando, por ejemplo hay una persona que se encarga de hacer las compras, otra de escribir algo para el Blog (esa tarea me tocó a mí éste mes) etc. En definitiva al mes lo dividimos en cuatro semanas
Semana 1 : vivimos todos juntos en casa del limón, cada dupla hace sus labores con los grupos juveniles de las diferentes capillas de la zona, las tareas cotidianas de la casa (limpiar, ordenar, etc), preparar materiales o ir a reuniones según los compromisos asumidos. Pero además estamos viendo la posibilidad de asumir nuevas actividades que realizar en el pueblo, quizás colaborar con alguna ONG (como Visión Mundial).
Semana 2: Subimos a la montaña, en este lugar nos dividimos para vivir en distintos sectores por las distancias, yo vivo con Jhonny de Bolivia en la escuela de ANGEL FELIZ, en una pieza que el profesor nos ha cedido a cambio de colaborar con 4 candados para la escuela…. Ahí cerca nomás esta JUANA , gran mujer que nos tiene paciencia y nos ha acogido y nos da de comer, intentamos colaborar con algunos alimentos básicos.
Semana 3 : volvemos al limón a las labores de la casa, reuniones con los diversos grupos de jóvenes, yo comparto con el grupo de Tierra Nueva y tengo por compañera a Lumir de Puerto Rico
Semana 4 : subimos a la otra montaña , ahí si vivimos todos juntos en una sola casa y desde ahí caminamos en duplas hasta nuestros sectores, compartimos las tareas de la casa, etc…. en este sector están tres comunidades Los Bolos donde se hacen cargo Lumir y Rut , luego está El Maniel donde participan Jhonny, Helen y Yos…y al final estamos MYRNA ( Puerto Rico) y yo quienes tenemos a disposición la camioneta pues yo manejo desde la casa en los Bolos y voy dejando a los grupos, se pasa todo el día en la montaña, compartiendo con la gente.
Un Abrazo grande y hasta la próxima, espero sus comentarios, preguntas, quejas lo que quieran! pero escriban! Jajaja un abrazo!!

lunes, 3 de octubre de 2011

3 de octubre de 2011

Intentando ahondar en el Compromiso….


          Acá nuevamente apareciendo, no tanto como un cronista sino más bien como un narrador que intenta balbucear algunas palabras de tan hermosa y conmovedora experiencia que vamos viviendo en la frontera Dominico-Haitiana, a ya casi un mes de haber sido acogidos por esta tierra y este pueblo.
FIESTAS PATRONALES
            Como algunas de las vivencias más relevantes para compartir con ustedes les cuento en primer lugar la hermosa experiencia de las Fiestas Patronales acá en el Limón, pueblo donde se encuentra nuestra casa principal (porque esta tierra toda es nuestro hogar), en la Provincia Independencia de República Dominicana. Dicho festejo acá es muy importante y convoca mucha gente de diversos lugares del país. La Virgen de Los Remedios es la Patrona del Pueblo y tiene muchos devotos que en esa fecha vienen a visitarla como cada 8 de Septiembre, aún cuando la celebración comienza nueve días antes con la novena del rosario y la misa diaria. En la fiesta en sí los Peregrinos llegan la noche anterior y se realiza una vigilia en donde se comparte mucho baile al ritmo de “los palos” que son como tambores largos que suenan (literalmente) durante toda la noche. La gente es bien festiva y se da incluso un sincretismo con ciertas tradiciones y ritos africanos que hace de esto una experiencia única. La gente va llegando con velitas que se ofrecen a la virgen junto con adoración y plegarias. Muchos llegan con sus hijos pequeños y duermen adentro de la Iglesia, sobre el piso, los bancos, en realidad en cualquier rincón que encuentren vacío. Son muchísimos. Se puede percibir la vivencia de una religiosidad popular de una riqueza enorme, también ofrecen a la Patrona una serie de mandas y figuras de cera que representan la parte del cuerpo que sufre alguna dolencia, los fieles brindan sus dolores para que la virgen interceda por ellos para una ansiada mejora, los rezos y cantos llaman la atención y el pueblo se transforma en un lugar algo mágico, me recuerda a un relato de García Márquez sobre Macondo, es algo inédito en mi vida, es DISTINTO, el fervor popular es atrayente y hace de este encuentro religioso una tradición rica en vida y esperanza. El grupo de voluntarios lo vivió un poco así, acompañando, mirando, bailando, siguiendo la procesión y las misas, todo un descubrir y un participar que nos interioriza de la vida cotidiana de este pueblo que nos acoge.
ENCUENTRO CON EL OBISPO Y LA IGLESIA DIOCESANA
            También puedo contarles que en este tiempo hemos tenido la primer reunión con la Iglesia Diocesana convocados por el Obispo Felipe de la Diócesis de Barahona, quien organizó una primera reunión con todos aquellos religiosos y laicos que llegan por primera vez a la zona, a los fines de sintonizar e ir conociendo la realidad y cómo se viene trabajando desde la Iglesia en esta franja. La reunión fue realmente muy enriquecedora y nos ayudó a situarnos y clarificar el marco dentro del cual nos encontramos. Se hizo una presentación con información de la región, de su población, de su economía, de la idiosincrasia e historia del lugar. Además se hizo una descripción breve de cada una de las diferentes pastorales que desde la Diócesis se viene animando, haciendo especial hincapié en la Pastoral Social, quienes llevan adelante un trabajo enorme, muy organizado y sólido con proyectos de fuerte repercusión en la vida de las personas más relegadas de la sociedad. Además se recalcó la dimensión misionera de la Iglesia y de cómo el salir al encuentro de los más olvidados no puede ser una opción del trabajo pastoral sino que es algo que hace a la propia razón de ser y de existir de la Iglesia. Motivados y animados por el espíritu esperamos como grupo de voluntarios ser también un aporte a esta Diócesis y a las  Parroquias de La descubierta y Jimaní.
NUESTRO PRIMER CONTACTO CON LAS COMUNIDADES DE LA MONTAÑA
            Dentro del espacio de este mes que acaba de transcurrir tuvimos la posibilidad de subir a la montaña y  vivir con las comunidades tres días de fructuoso compartir. La idea era cohabitar unos días en la comunidad que ya se nos ha asignado a cada uno de nosotros a los fines de conocer más de cerca la realidad con la que vamos a trabajar durante todo el año. Fue una experiencia muy linda, la gente nos acogió como a sus propios hijos, con mucha generosidad. Esto no deja de impactarme porque independientemente del lugar del mundo en que nos encontremos el empobrecido, con la generosidad de la viuda pobre “da desde lo que le falta para vivir y no desde lo que le sobra” (Lc 21, 1-3). Hemos visto y hemos oído, hemos reconocido rostros y miradas y también compartimos algunas historias de vida. La situación es bien precaria ya que viven bien adentro de la montaña, con una carretera principal en pésimas condiciones, una educación básica con serias deficiencias y sólo hasta cuarto grado en algunos sectores, por lo que desde bien pequeños deben bajar muchas veces a vivir solos al pueblo para poder seguir estudiando. Los Pinos del Edén, Ángel Feliz y Sabana Real son las tres comunidades de la primera montaña que visitamos, ahí nos dividimos para vivir en cada sector porque la lejanía no nos permite estar todos en un solo lugar, así que Yos y Myrna  están el primera comunidad viviendo en una casa que una lugareña nos ha facilitado, luego Jhonny y yo vivimos en la escuela de Ángel Feliz y en lo más alto; en Sabana Real están Lumir, Helen y Rut viviendo en un centro comunitario.
            Durante el tiempo que estemos arriba realizaremos diversas actividades, por ahora hemos conocido las organizaciones, los líderes de cada sector, un poco de la vida cotidiana, esa en la que se construye el reino. Luego nos trasladamos a Los Bolos, el Maniel y el Pinito que también son parte de la Parroquia de La Descubierta donde el Párroco es el Misionero Claretiano, el Padre Jeansius Pierre, cmf., un haitiano formidable y nuestro profesor de Creyól,
            En esta montaña vivimos todos en una casa que es un lugar bellísimo, nuestras tres “chozas” , desde ahí caminamos a los sectores  divididos también pero esta vez la distribución es así: En Los Bolos está Lumir con Rut , en el Maniel están Helen, Jhonny y Yos, y en lo más alejado Myrna y yo. En general la experiencia es maravillosa, el clima es mucho más fresco y a veces la lluvia nos visita, la panorámica del lago Enriquillo nos habla de la grandeza de Dios.
            De los problemas sociales podemos decir que se reiteran, la falta de acceso a luz y agua potable en este país es preocupante, así como la entrega de una educación de calidad, el servicio de salud es precario, los funcionarios hacen sus esfuerzos que valoramos enormemente, pero sabemos que con voluntad las cosas siempre se pueden mejorar, pienso en que distintas resultarían las soluciones si el corazón se implicara, queda camino que recorrer y en eso estamos, aprendiendo para AMAR Y SERVIR.
LA POBLACION HAITIANA
            Historia aparte son las condiciones de vida de la población haitiana que vive en el mismo lugar (las montañas).  Los haitianos siguen muy discriminados y sus condiciones de vida son bien precarias. Muchos de ellos no cuentan ni siquiera con letrina, mucho menos con acceso al agua potable, viven en medio de los conucos o sembradíos en chozas de madera y con techo de hojas de guineos entrelazadas para cobijarse del fresco de la noche y del constante sol del día, sus condiciones laborales son básicas, reciben un pago mínimo por la siembra y parte del pago es la vivienda, muchas de ellos son como nómadas, familias completas se trasladan para sobrevivir en estos trabajos, otros dejan parte de sus hijos o a su esposa en Haití para estar sólo por el tiempo de cosecha del café. Los hijos de algunos pocos van al Colegio pero muchos de ellos hablan solo Kreyol (idioma de Haití) por lo que se les hace difícil aún la educación pobre y precaria que mencionamos, además en algunos casos aunque quisieran acceder a la escuela no pueden por no  contar con los papeles para la inscripción. La gente pasa hambre, los niños mueren de desnutrición o de cólera y muchas veces por desconocimiento. Los haitianos recorren distancias increíbles a pie, es común ver en la carretera de montaña mujeres haitianas subiendo las colinas con pesadas cargas sobre sus cabezas, descalzas y muchas veces además con sus hijos en brazos. En cierta forma son parte del paisaje y casi con naturalidad se les observa pasar, pero no nos deja de sorprender la capacidad de los seres humanos de adaptarse y de hacer esfuerzos por querer vivir.
            Después de este primer paso de conocer (VER), empezamos ya a soñar con todo lo que queremos hacer desde los aportes y la riqueza que cada uno puede sumar. Pero también empezamos a reconocer las limitaciones materiales y personales que tenemos. En ese caminar andamos….procurando no dejar caer la esperanza, firmes en la oración….un abrazo grande y hasta la sonrisa para todos y hasta la próxima.
Sebastián Vergara (Argentina)Misionero Claretiano Laico